4 febrero, 2023 Por Elbio Córdoba 0

TODO PASA, TODO VUELVE, TODO SIRVE

Cuando a los treinta años dejamos de crecer biológicamente, comenzamos una segunda edad hasta los cincuenta y cinco más o menos. Ahí es cuando comenzamos una tercera edad que es como una vuelta a la primera; es algo que cada uno puede detectar si se pone a hilar fino. Hasta los treinta disfruté de la música en vinilo, me parecía de lo más natural comprar discos ya que no era lo mío tocar instrumentos y lo más fiel que había eran los discos de doce pulgadas. La alta fidelidad era toda una tarea honorable que con los casetes y los reproductores cada vez más infieles, se fue perdiendo. Cuando a los 55 volví a abrir el mueble que guardó mis discos treinta años atrás, allí estaban bien conservados los que ahora puse a la venta como una manera de retomar las costumbres de la primera edad. Volví a jugar con lo que jugaba cuando era adolescente. Hay quienes coleccionan autitos, quienes se suben a una moto tapando canas con cascos. Yo colecciono discos.

Las antigüedades tienen de cien años para arriba, el coleccionismo tiene piezas de cincuenta años, mas o menos. El vinilo es coleccionismo, el disco de pasta es antigüedad. Muchos de los que coleccionamos vinilo, nos dedicamos a la compra y venta como una manera más alcanzable de mantener el vicio. Hay quienes están más abocados al canje. Yo estoy más dedicado a la venta porque es una manera de conseguir las cosas que me gustan sin que me cuesten tanto. He descubierto que transformar mi biblioteca en librería y mi discoteca en disquería, me las hace más amplias, me permite renovar libros y discos, y puedo comprar los productos que me gustan más baratos justamente porque, de esta manera, me transformé en comerciante con las lógicas que el mercado tiene. Por estos años, esto, después será distinto, seguramente.

Esta página web es parte de todo eso. Comencé con dos cajones en una feria en las sierras de Córdoba, eso era parte de mi discoteca. Por ahora estoy con un negocio multiplicado y muy entretenido, en Córdoba, Santa Fe y Buenos Aires. Claro que no todo es lindo. Últimamente han aparecido algunos estafadores en las páginas de compraventa en redes sociales, no es para sorprenderse, somos seres humanos y cuando nos dejan podemos destruir lo que esté a nuestro alcance. Hay ladrones de disquería también, cambian las bolsitas de los precios, cambian los discos de tapa; dan tanta pena que no merecen más que una mención.

La página web es otro modo de comercialización. Pronto vendrá otra etapa, otro tema, otra canción. Y dar vuelta el disco o reemplazarlo por otro. No tengo intenciones de pasar el resto de mis días haciendo lo mismo jornada tras jornada. Mientras se vive, todo cambia, no me parece opción válida aferrarse a lo conocido, bueno o malo, sin dejar lugar a lo bueno por conocer. Todo pasa, es saludable dejar ir. Todo sirve, las despedidas y las bienvenidas. Todo vuelve, lo malo o bueno que me pasa hoy está en gran medida relacionado con el bien o el mal que hice ayer. Sólo se trata de cuidar todo lo que se pueda cuidar, mejorar todo lo que se tenga a mano, utilizar sin dañar.

El disco, al girar, simboliza que todo sigue su curso, dar vuelta el disco es dar vuelta una página, es dejar atrás lo que ya pasó y disponerse a lo que vendrá. Todo pasa, todo vuelve, todo sirve. Entre la primera y la tercera edad hubo una tarea de treinta años, una entrega a la familia, a los hijos y al trabajo. Hoy estamos activos, todo proyecto relacionado con los vinilos me da algo que aportar al mundo y me entretiene como cuando éramos jóvenes. Los discos que giran son como las vueltas de la vida.-